Dia de la ciudad de San Felipe

El sábado 6 fue Día de la ciudad, una actividad que nació del extinto Ateneo de San Felipe al principio con apoyo de la Alcaldía que hoy día la asume.
Y es que esa fecha de un lejano 1729 en un lugar muy lejano, España, el rey Borbón Felipe V, firmo la Real Cedula, por la cual un pueblo bautizado como Cerritos de Cocorote, lo elevaba a la categoría de ciudad.
Es de imaginarse que el documento, tardo mucho tiempo en llegar a la Capitanía General de Venezuela cuyo asiento principal era carcas y de allá hasta aquí debió tardar otros días más.
Si hoy día a pesar de carreteras asfaltadas son como tres horas.
La gente de este pueblo, llego a las tierras y se desconoce de donde venían, pero se asentaron y es de suponer que en ranchos.
Como eran unos desafiantes a la corona, ¿cómo se atrevían a poblar un lugar sin consultar a nadie’ Las autoridades de Nueva Segovia de Barquisimeto, bajo cuya tutela estaba el valle en tres oportunidades destruyeron las casas:1710,1717 y 1724.
La gente de Nueva Segovia decía que practicaban el comercio ilícito a través del rio Yaracuy, que eran contrabandista y pare de contar. Eran como una plaga.
Es así como después de la última destrucción comenzaron a diligenciar irse a España, hablar con el rey. En estas diligencias tuvieron el acompañamiento de Fray Marcelino de San Vicente, un misionero capuchino, que también junto al resto de los frailes fuera acusado de contrabandista, de comerciar ilegalmente con el caco por el rio Irhakuy.
Y es que el fraile capuchino, necesitaba de soldados blancos, para irse a los llanos a capturar indígenas y traerlos a las misiones del bajo Yaracuy como la de San Francisco Javier de Agua de Culebras, Purísima Concepción de Tinajas, Nuestra Señora del Carmen y Nuestra Señora del Carmen de Buria, en el bajo Yaracuy, y si tenía una ciudad de blancos en las cercanías no tenía necesidad de ir muy lejos a buscar soldados para ir a capturar indígenas para poblar las Misiones.
Con una villa de blancos en las cercanías, solventaba el problema de solicitar soldados a las autoridades de Nueva Segovia.
LA ÚLTIMA DESTRUCCION
Fue un 24 de septiembre de 1724, quizás los pobladores estaban ocupados en sus faenas de labranza cuando llegaron los soldados, sudorosos y procedieron a incendiar más de 60 casas del pueblo, pues según el Alcalde mayor Don Luis López era necesario acabar con el vicio del contrabando.
Meses después, el misionero capuchino Fray Marcelino de San Vicente, solicito se fundara de nuevo el pueblo y consiguió el permiso el 7 de marzo de 1725. Mientras, los que quedaron vagaban sin casa por el monte.
A partir de allí, se incrementaron las quejas de los cerritenses ante las autoridades en la Corte de Madrid, acusando los procedimientos de las autoridades, pero no solo pedían el castigo, sino también la posibilidad de organizarse pero emancipado de Nueva Segovia.
Y según cuenta Fray Baltasar de Lodares, sobre las Misiones capuchinas en la Capitanía General de Venezuela en esos días, el Gobernador Diego Portales y Meneses se fue a Madrid y allí apoyo ante el rey a “una comisión enviada por los cerritenses”.
Coincidía la petición, con la idea de implantar la Compañía Guipuzcoana en la colonia y establecer una Agencia en los alrededores del pueblo de Cerrito de Cocorote.
Y los cerritenses fueron oídos. El 6 de noviembre de 1729 se firma la Real Cedula por medio del cual se otorga la categoría de ciudad al pueblo de Cerrito de Cocorote “ he resuelto que el referido pueblo se transfiera en ciudad. Por tanto por la presente, concedo al expresado pueblo del cerrito de Cocorote desde ahora el titulo de ciudad, independiente de la jurisdicción de Barquisimeto, y es mi voluntad que ahora y de aquí en adelante el dicho pueblo se llame o intitule ciudad” escribió el rey.
El pueblo se edifico sobre el terreno comprado al español Don Juan Francisco Monpalao y Soler, contrario a las instrucciones del rey y quizás de allí que Placido Daniel Rodríguez Rivero en su libro Origen y desarrollo de San Felipe el Fuerte, maneja la hipótesis, que los cerritenses al instalarse el primer Cabildo de la ciudad la bautizarán desde ese día como San Felipe el Fuerte, lo hicieron para congraciarse con él, pues al saber que lo habían engañado con respecto al lugar escogido, desatarían su ira.
Dos años más tarde el 1º de mayo de 1731 se instalan las autoridades de la ciudad que termina en parte el 26 de marzo de 1812.
LA MISA

Este sábado 6, después de 281 años amaneció con cohetes, para recordarle a los sanfelipeños ir a la misa de Acción de gracias que se llevo a cabo en Catedral, y durante la homilía, el sacerdote José Gregorio Carreño, hablo sobre la necesidad de dar a conocer la historia “Hoy la catedral debió desbordarse de sanfelipeños, pero pareciera que no hay identidad. De allí que el pueblo debe conocer su historia pues de esta manera se fortalece el compromiso de los ciudadanos con el progreso del pueblo. Han pasado 281 años y debemos preguntarnos ¿qué le vamos a dejar al pueblo? Cada uno de nosotros es una herramienta para el progreso, cada uno debe aportar su granito de arena”

En sus palabras explico la importancia de divulgar los valores de los hombres de aquellos días de 1700 que fueron perseverantes en el logro de una meta que se propusieron. Y es de destacar que sacerdote y oradora se pronunciaron bajo la misma premisa: conocer la historia y sobre ella trabajar por el bien común y tomar como ejemplo a estos cerritenses, nuestros antepasados que se distinguieron por la perseverancia.
A lo largo de la misa hubo la intervención de la Orquesta Sinfónica Juvenil de san Felipe, con dirección de Vitelio Vásquez acompañada del Coro Juvenil con Pedro Parra, que interpretaron la Misa en Do mayor de Charles Gounod, y además ejecutaron Venezuela, de Herreros Armenteros y Oda a la alegría, de Ludwig van Beethoven.
Pero el párroco hablo para muy pocas personas, las nave del templo permanecían casi vacías.
A la salida de la Catedral, había algunas personas portando carteles en papel. Era un grupo de manifestantes en contra de la jueza rectora y responsable del Circuito penal, a quien acusan de abuso de poder y ha despedido a parte del personal.
También algunos de los asistentes a la misa cuando salieron se encontraron sobre el parabrisas la nota de INFRACTOR.
LA OFRENDA
Posterior a la misa se dieron las ofrendas en la plaza Bolívar y allí concurrieron la de la Alcaldía, Consejo municipal de San Felipe, Contraloría municipal, Unidad de trasmito terrestre No 52, Ministerio del Poder Popular para las Comunas, Instituto nacional de Nutrición, Instituto Universitario Antonio José de Sucre, Consejo municipal de derechos del Niño Niña y Adolescentes, Instituto municipal de saneamiento ambiental, de deporte, de economía alternativa, de vivienda y Servicios administrativos y control de gestión.
También fue notorio tanto en la misa, como en las ofrendas y las condecoraciones, la ausencia de autoridades a nivel Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
También
LA SESION SOLEMNE
Luego de la ofrenda se paso al auditorio de la EP Grupo Escolar Republica de Nicaragua, para al sesión solemne, pero solo fueron tres concejales. Es esta una costumbre que existe tanto a nivel municipal como del Poder Legislativo. Aprueban una sesión y luego no asisten. Y si no hay quórum ¿tendrá categoría de sesión?
La docente y expresidenta de la Sociedad Bolivariana capitulo Yaracuy, Juana Francisca Fonseca viuda de Herrera, fue la oradora de orden y en su discurso dijo” “En la memoria de nuestros viejos, en los amarillentos papeles viejos acumulados en los estantes, esta la historia del pueblo donde hemos nacido. A todos nos pertenece y ella es la fuente inagotable para conservar nuestra identidad. El silencio y el desconocimiento de la historia nos hace parecer hombres sin rostros, seres anónimos, y sin existencia propia”
La oradora, hizo un recuento de lo que fue el pueblo de Cerritos de Cocorote, luego convertido en ciudad y tomo el nombre de San Felipe el Fuerte que dio su aporte a lo que fue la gesta independentista especialmente en hombres y tomo solo como ejemplo al abogado y constituyente Juan José de Maya, al médico José Rafael Villarreal y a José Andrés Elorza.
También hizo un repaso por el San Felipe del periodo republicano hasta llegar al de hoy y manifestó que “Nosotros, pueblo y autoridades luchemos juntos para estar a la altura de nuestros fundadores haciéndonos dignos de ellos y transformando a San Felipe en un pueblo próspero donde todos podamos vivir plenamente, donde todos trabajemos por el bien de la colectividad dejando a un lado el egoísmo, la individualidad y el interés mezquino”
La ocasión fue propicia para solicitar que el edificio sea declarado Patrimonio cultural del municipio.
El evento, realizado en el auditorio de la EP Grupo Escolar Republica de Nicaragua, estuvo presidido por el alcalde Francisco Capdevielle, el director general, Nicolás España, el contralor municipal José Medina, los concejales Tony Mata y Wiston Manamas y el diputado ante la Asamblea Nacional, Carlos Gamarra.
LAS CONDECORACIONES
Luego del discurso, fueron impuestas las condecoraciones Orden Ciudad de San Felipe en su primera y segunda clase. En primera clase la recibieron Juana Francisca Fonseca de Herrera, Freddy Bazán, Virginia Capdevielle de Hernández y post-morten el periodista Remberto Samuel Baquero, recientemente fallecido, que fue recibida por sus hijos.
En su Segunda clase le fue conferida a: Miguel Gutiérrez, Jaime Lucena, Martha D´Lima, Simón Alberto Ramírez Trejo y Domingo Bracho; mientras que la Llave de la Ciudad se entregó a Víctor Iasprizza.
Finalizo la mañana, con una serenata en la sede de la Alcaldía a cargo de los intérpretes Noris Ramos, Justina Salinas, Jesús Martínez y Ramón Oropeza.
ACTOS PREVIOS
Desde el jueves se dieron algunos eventos previos, en este día en la plaza José Joaquín Veroes conocida como Parque Junín hubo danza con las agrupaciones danzas Geyemil y Las Tinajas.

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