Escuela de danzas Bruzual repone esta noche dominguera “Erase una vez”

Bajo el título de “Erase una vez”, la noche de este domingo 9 a las seis, la Escuela de danzas Bruzual, con sede en Chivacoa, hace su segunda presentación en la sala del Teatro Jacobo Ramírez, en el complejo cultural Andrés Bello en San Felipe.
“Erase una vez”, estrenada la noche de este sábado, es una versión del tradicional montaje de Navidad “El Cascanueces” un cuento escrito por Ernest Theodor Amadeus Hoffmann adaptado luego por Alejandro Dumas y sobre esta Marius Petipa creó un ballet con música de Piotr Ilich Tchaikovsky.
DOS ACTOS Y SEIS REGIONES
En esta ocasión la Escuela de danzas Bruzual, con dirección de Alexis Sánchez lo puso en escena bajo una versión venezolana, con dos actos que ofreció un viaje por diferentes manifestaciones dancísticas y musicales de Venezuela.
Al respecto dijo que para crear la versión venezolana de “El Cascanueces” que Danzas Bruzual, apoyo el montaje de la Escuela, y mantuvo sus dos actos, en el primero, la historia comienza con la gran fiesta en la cual los niños y niñas reciben regalos y las familias se reúnen para compartir, con los anfitriones Chencha y Sebastián con los danzantes Johana Rojas y Luis Malpica, su hija Anita con Amerit Pinto y el hijo Pedrito con Pedro Mora, el tío Simón ”Cachetes” con Jesús Ramos, un ilusionista que llega de muy lejos a la fiesta.
Añadió que el segundo Acto, es un recorrido por el país y sus regiones geográficas, enfocado en Diablos danzantes de Yare del estado Miranda, del día de Corpus Cristi, en homenaje al Santísimo Sacramento, en la región central y declarados desde este jueves junto a diez cofradías, por la Unesco Patrimonio cultural inmaterial de la Humanidad, con ellos todo el fuego de la costa, con sus tambores, sus trajes rojos, maracas y sus inmensas mascaras con su capataz Victoria Mendoza.
 

 
En el viaje, el grupo se traslado a la región andina, guiados por cinco águilas, con la montaña, el frailejón, las ruanas, las flores y valses andinos en especial “Conticinio” de Laudelino Mejías; lo rítmico de la gaita perijanera, con sus pañuelos al aire, propia del estado Zulia y de este mes decembrino; seguido del majestuoso joropo con tonadas del llano venezolano que incluyó diversas figuras.





 
De la región Guayana se monto en el escenario la guasa del sur del país con “El vapor Meta” y “Garza de paleta”, que son diversiones del carnaval; del oriente su mar, sus pescadores y su joropo para bailar después de la faena del día; de la región centroocidental tomaron La Zaragoza, del pueblo de Sanare, una manifestación cultural del 28 de diciembre, Día de los inocentes.
 
 

 
Explico Sánchez, que de “El Cascanueces” se conservaron las escenas de los ángeles, pues ellos están en todas partes del mundo, al igual que la batalla con el rey de los ratones, pero la pelea fue con un campesino con sombrero de cogollo en la persona de Alejandro Peralta que da muerte a este rey representado por José Tomas Aponte, el vals de las flores que se convirtió en vals de las mariposas y las Hadas de azúcar que fueron los crepúsculos y un gran padeux al compas de “Caballo viejo” de Simón Díaz y la coda final.
 
Las agrupaciones tuvieron entre cuatro y cinco meses de ensayo y conto en la coreografía de Sánchez y Jesús Ramos quien también estuvo en “Un regalo en navidad´ una versión del mismo ballet puesta en escena en el estado Lara por la escuela y el ballet estable de Danzas Yacambú; de Marcos Farfán, del estado Bolívar y María Pacheco, de Aragua, creadora de los juegos tradicionales como perinolas, caballitos de madera que ejecutan en la fiesta del primer Acto y de Eber Puertas de la Escuela de joropo.
También forman parte de este cuerpo creador Carlos Mora, como asistente general, Tania Pérez y Ana Victoria ”tony” Linares en la realización del vestuario diseñado por Sánchez, el diseño y diagramación a cargo de José Becerra, en el maquillaje del elenco infantil Juamar Antequera y en la utilería y escenografía José Armeya.
En referencia a los géneros la esencia y la música se mantiene en el montaje como los pasos básicos de lo tradicional y en lo nacionalista hubo varios tipos de esta danza como enunciativa, narrativa y la contemporánea con su propio código ”se dio una integración” explico Sánchez.
El Cascanueces a lo venezolano, mostró la vida cotidiana y música de autores venezolanos, con música incidental interpretada por el Ensamble Gurrufio, todas la música de las suite venezolanas grabada por la Orquesta Sinfónica de Londres, y en algunos segmentos la música fue en original tal como las guasas.
La coreografía ofreció un mágico viaje por Venezuela, recorriendo las regiones de los Andes, Occidente, Centro, Oriente y los Llanos, con bailarines que dejaron el alma en el escenario anoche sábado y fueron muy aplaudidos por los asistentes.



 

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