Pedro Lander: la alegría de los niños nos impulsa a seguir adelante


“La reacción de los niños, su alegría nos da impulso, energía para seguir adelante. Es teatro con  niños  y niñas para niños  y niñas” dijo la noche de este 12, Pedro  Lander, coordinador del Movimiento nacional de teatro de niños, niñas César Rengifo.
            Lander, se encuentra en la capital yaracuyana en el cierre de gira de “Como un cachito de luna” basada en una obra escrita por Jaime Barres como lo es “La luna de jabillo” , y es el último montaje del Movimiento nacional de teatro de niños, niñas César Rengifo, núcleo Caracas.
            Por su parte, Carolina Cestarí, viceministra para la Suprema Felicidad Social del Pueblo, parte del Ministerio del Despacho de la Presidencia y Seguimiento de la Gestión de Gobierno, expresó estar gratamente sorprendida de la convocatoria. En un teatro muy grande, uno de los más grandes en la gira, donde los niños y su interacción con los personajes nos hablan de una sensibilización.
TRAE A LA LUNA ANTES DE QUE ACABE LA NOCHE
            La obra, con puesta en escena de Lander, inicia con un homenaje a César Rengifo, de quien ente año 2015 se cumple el centenario de su natalicio y le sigue la primera escena de Amanda,  que tiene el compromiso de escribir una obra de teatro y no puede, pero  a su memoria acuden recuerdos de su infancia.  
            Y cuenta que la pequeña Amanda, a sus nueve años, jamás se imaginó que al regalarle un pedazo de madera a su amigo el Árbol de Jabillo, tiempo después, le iba a servir para escribir una gran obra de teatro, cuando la pequeña soñó, aquella noche que estuvo enferma con lechina, con un diálogo frente al gran árbol ubicado en el patio de su casa, y su propio amigo le pidió que se pellizcara para que entendiera que estaba despierta.

          

  "Trae a la Luna antes de que acabe la noche", le pidió el viejo y robusto jabillo, a lo que Amanda, con todo y su enfermedad aceptó y empezó una gran aventura para complacerlo. Y viajo a varios lugares en busca de la luna y son esas peripecias las que se cuentan en “Como un cachito de luna” , y que este 12 tuvo su primera presentación de tres, ante un público que abarroto las 800 butacas del Teatro Jacobo Ramírez en el complejo cultural Andrés Bello en San Felipe, que tuvo que acomodarse en los laterales, de pie o en las escaleras, en  algunas butacas hubo dos niños sentados, otros en las piernas de sus padres.








            Amanda, la protagonista es interpretada en dos tiempos por María Cedeño y Génisis Abilhoud, y comenta Pedro Lander, que la obra tiene siete escenas, la primera cuando Amanda de adulta tiene un compromiso de  escribir una obra de teatro y no puede, la segunda cuando en sus recuerdos se traslada a los nueve años cuando se enfermó con lechina y el medico fue a verla, la tercera su  encuentro con su amigo el jabillo que le pide que le traiga la Luna, la cuarta  su tropiezo con los grillos en medio de la noche, que solian cantar/Nosotros los grillos/cantamos muy fino/que son nuestras voces/las hebras de un hilo/ la quinta  sale   de allí y la capturan los Guardianes de la Legión de las luces nocturnas, le sigue el encuentro con el cometa y la luna y se retoma la obra.



       







     Grillos, Jabillo, Sirio, El Cometa y La Luna, La marea, La estrella, El piache, Panchito, Guardianes, una coreografía con vasos, gurrufios,  le dieron vida a una obra que duró poco más de una hora.
            La música compuesta por Armando Lovera, solo para esta obra,  fue interpretada por los Niños cantores de Yaracuy, bajo la dirección de Franklin Gutiérrez, acompañados de los instrumentos de Armando Lovera Rada, en la batería, Fernando  Bosch  en la guitarra,  Nepalí Avilan en la batería  y Carlos González en el teclado.
            Y comenta Lovera que la obra original tenia letra pero sin música y “luego de la lectura , pensé en  una música  que fuera pegajosa que después de verla la gente saliera cantando. Cada canción tiene su personalidad. Es  una música muy descriptiva” y son cinco temas musicales La mata de risa, Entre la noche y la madrugada ,Nosotros los grillos, La luna de jabillo.
            Cristian Marín, fue un pequeño asistente y disfrutó de la obra en compañía de sus padres “Me gustó cuando Amanda viajó a la luna,” y Jenny Navea del municipio La Trinidad, calificó la obra como excelente y aplaudió que incentivar a los niños y niñas es una idea magnifica para alejarlos del ocio.
            Y de manera, que los cachitos que lanza el jabillo, que a veces son  transformados en delfines, tiburones, llaveros, son parte del trozo de madera que un día Amanda le regalo y hoy se multiplican en esos cachitos de Luna.







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