“Canto de bambú” de Adolfredo Brizuela presentado y bautizado la misma noche

.- Desde las instalaciones del auditorio del Colegio de médicos de Yaracuy, en San Felipe, se realizó la presentación y bautizo del libro ”Canto de bambú”  escrito por  Adolfredo Brizuela, la noche de este 15.

                  

”Canto de bambú”  de 47 páginas se divide en Capítulos,  fue impreso por Solarte SA, con diseño y diagramación de Jessica Linares, ilustración de portada y contraportada de Luis Noguera.

En el Prólogo,  Orlando Barreto escribe ”Estos poemas de Canto de bambú son de líneas sencillas y mínimas. Sin embargo observo que esta sencillez, no obedece a un ejercicio de reducción o simplificación, es, esta sencillez de alta complejidad. A lo largo de este poemario, su autor dejar  traslucir diversidad  y densidad en significados y forma en corriente vivencial y nobleza expresiva”

En palabras de Lázaro Álvarez, el presentador dijo “en este libro es más lo que no se dice, que lo que  se dice, se dice del sonido accidentado y atrapado en las oquedades cotidianas, recogido casi al alzar como el sonido de lo no dicho que roza el vacío de las palabras mismas, sonido de todo lo hondo que queda a su medida”

Por su parte el poeta autor de su tercer libro, anterior fueron “Gesto de los días” “Aroma de quietud” dijo que el bambú es una planta mítica y es una gramínea que constituye un elemento de inspiración, sosiego, y si uno se coloca debajo de ella y cuando el viento la mueve,  hay como música.

El libro incluye alrededor de 40 poemas dedicados a la soledad, naturaleza,  los animales, muy cortos apenas de líneas, y le llevo varios años de escritura y quienes lo leyeron lo comparan con haikus japonés (se escriben, según la tradición, en tres versos sin rima, de 5, 7 y 5 sílabas, respectivamente) 

Durante el acto, el grupo Eeflejos, con Fernando Rodríguez, Elsy Loyo y Rubén Naranjo, dedicaron sus voces a varios boleros.

El bautizo es una alegre fiesta de familia, en que se recibe con placer a un nuevo ser y en este caso un libro, que viene a compartir  y acrecentar la bibliografía yaracuyana.