Romería del Niño de los Cachitos


Romería del Niño de los Cachitos

En el marco de la fiesta patronal dedicada a San Francisco Javier, en la comunidad del mismo nombre en el municipio San Felipe, se prevé la última misa de la Novena dedicada al santo y posteriormente la imagen del Niño de los Cachitos saldrá en romería como lo hace desde hace unos 30 años aproximadamente.

Esta imagen en el siglo pasado, salía en romería desde el mes de octubre o noviembre, por los caseríos cercanos y regresaba el 24 de diciembre para el velorio y el 25 recorría el pueblo. Con los años desaparecieron el cargador y los ayeros y con ellos la romería.
En los años 80 del siglo pasado la actividad agonizaba, y con motivo de la construcción de su capilla y entrega a la comunidad un 2 de diciembre se realizo un paseo por las calles del pueblo al igual que lo que se hará esta noche y se quedo.
 Luego del recorrido por la comunidad acompañado del grupo Luango a la llegada a la capilla la imagen recibe los cantos de agrupaciones musicales.

Sobre la romería del Niño de los Cachitos

La romería y Velorio del Niño de los Cachitos forma parte de la tradición navideña yaracuyana, enclaustrada en lo que quizás fue parte de un territorio de una misión capuchina, una de las tres fundada en el bajo Yaracuy y que hoy forma parte del municipio San Felipe.

A la misión de San Francisco Javier de Aguas Culebras, en el siglo XVIII, fueron traídos indígenas capturados en las llamadas “entradas”, realizadas por los misioneros con ayuda de los hombres del cercano pueblo de Cerritos de Cocorote.

Durante estas entradas los capuchinos arrancaban a los indígenas en los llanos y los obligaban a abandonar su tierra y su familia, y se dedicaron a cultivar la hacienda de cacao propiedad de los misioneros.

 Años después, Juan Pablo Sojo, a principio del siglo XX, en un viaje de estudios a la zona, infiere que los cachos utilizados hoy día son un reemplazo del uso de guaruras conseguidas mediante el canje con comunidades cercanas al mar, y la imagen del Niño de alguna deidad que los indígenas adoraban.

La romería y velorio

Todo comienza cada 2 de diciembre; durante los días anteriores el pueblo se ha dedicado a los preparativos de esta noche. La imagen que durante todo el año ha permanecido en la iglesia es sacada por los pobladores, vecinos y visitantes acompañados por los cantores y sus improvisaciones: “yo pido permiso / en este momento / pa´sacá al niño / del sagrado templo. / del sagrado templo / yo te lo decía / yo saco este niño / en la romería”.

Una batería de cuernos de ganado, chineco, un instrumento de percusión redondo con guindas de media luna, el cuatro y campana, anuncian el recorrido de la procesión por las calles, acompañados de los cantos de romería: “en el medio viene / el niño Jesús / trayendo en sus sienes / rayitos de luz. / tocando los cachos / salimos ayer / visitando pueblos / desde San Javier. / todos muy contentos / van a saludar / al divino niño / que está en el altar. / vamos a Belén /en gran romería /cantándole al niño /con gran alegría”.

En algunas puertas de las casas se fabrican altares que indican una parada,
allí se cantan aguinaldos: Niño Dios bendito / que tú eres el rey / en la puerta del cielo / la gloria tenéis. / En la puerta del cielo / la gloria tenéis /dale su aguinaldo / que se lo debéis / dale el aguinaldo / que tú le ofreciste / una rosa blanca / que no le trajiste”. Y los dueños de casa ofrecen dulces y bebidas típicas, acercándose a la imagen a depositar ofrendas, besarlo y hacerle peticiones. Al llegar a la capilla del Niño se canta “la colocación” y se instala en el altar para dar inicio al velorio. En toda la noche no paran de entonar las improvisaciones, suenan los cachos, maracas, cuatro y demás instrumentos, se reparten los dulces (dulce y torta de plátanos dulce de lechoza y lechoza con piña, arroz con coco, majarete, bollos dulces, tortas, hallaquitas dulces, catalinas y cantinollora), bebidas (guarapitas, chichas dulces y agrias) y comidas típicas (sancocho, hallacas y comidas especiales) entre los presentes. Luego a las 12:00 de la noche se le canta el salve y se continúa hasta el  3, cuando es llevado a las 6:00 am nuevamente a la Iglesia de San Francisco Javier.

Esta manifestación cultural recibió durante el pasado Encuentro de la Diversidad Cultural 2006, un reconocimiento como colectivo de tradición.

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