Tambores para San Benito

En la zona occidental venezolana se extiende en los días de Navidad un cumulo de expresiones culturales  una de ellas rinde culto al santo negro: San Benito, desde Zulia hasta Trujillo y pasando por Mérida se celebra de diciembre a enero las fiestas de San Benito, en donde giros, chimbangles y negros salen a ofrendar al santo con nubes de pólvora, tambores, bailes y misas.

San Benito, también conocido como el Moro, era hijo de negros esclavos manumitidos. Nació entre 1524 y 1525 en el pueblo siciliano de San Fratello, murió a finales del siglo XVI (1589) en la ciudad de Palermo y su culto  se realiza en muchas regiones de Venezuela, pero es quizás en el sur del Lago de Maracaibo en  el estado Zulia, donde tiene más arraigo.

Pero san Benito también tiene devotos en Yaracuy, y cada  27 de diciembre sale a recorrer las calles de la ciudad capital.

En cuanto a la instrumentación musical que se emplea en el culto a San Benito, explica Luis valles, director del Grupo Escénico Danzas Yaracuy, que debemos referir en primer lugar a la batería de tambores (Chimbangueles), estos son 4 llamados machos y tres llamadas hembras.


Los llamados machos son el tamborito o medio golpe, el cantante, el respondon o respuesta y el mayor, mientras que las requintas son dos requintas enteras y una media requinta, reciben el nombre de machos y hembras, los primeros por su tono grave y las segundas por su agudo y estridente sonido.

 Otros instrumentos empleados son las flautas de orumo o yagrumo, los maracones (maracas de gran formato en número individual) y en algunas comunidades, ya casi en desuso las caracolas marinas;  con ellos en conjunto se interpretan o ejecutan los llamados sones o golpes a saber: Aje, para sacar e introducir la sagrada imagen del Santo en el templo y en algunos hogares, golpe de Chcocho o de Camino, Golpe de Cantica, de Misericordia Señor, el del Chimbangalero Vaya y el Songorongome Yaya.