En San Javier se cumple la tradición del velorio y romeria del Niño de los Cachitos

Puntual a las seis de la tarde del 2 de diciembre, se abrió la puerta de la iglesia. Dos hojas desteñidas por el sol, dieron paso a la rezandera que durante nueve días se encargo de la novena al patrono del pueblo, San Francisco Javier.
Al culminar el rosario, poco a poco fueron llegando los parroquianos, el grupo de aguinalderos  que  instrumentos en mano  fueron colocados al pie del pedestal donde reposa la imagen del Niño de los Cachitos, cubierto de un esplendoro traje  que reemplazo al  de color morado que siempre usa.

Cuatro; una pequeña caja con la batería de cachos, donde se mezclaron los viejos y los nuevos, que al decir de Jovita Mendoza no sonaban; charrasca; un chineco de media luna tal como lo describió Sojo, que era el que se usaba hacia los años 40 cuando vino al pueblo en viaje de investigación sobre la romería del Niño de los Cachitos, formaban la instrumentación.
Después de la misa, a la puerta se agolparon los músicos del grupo Luango que durante varios años han acompañado a la imagen por el recorrido por el pueblo, antes de llegar a su capilla para el respectivo velorio.

A lo largo del recorrido este 2 de diciembre, los vecinos construyeron altares con palmas y flores y repartieron dulces, bolitas con queso, conserva, cocadas, chicha, chocolate y pare de contar.
Una de las vecinas es Cleydy Ramos, quien todos los años hace una parada para la imagen tradición que heredo de su abuela. Junto a su familia arregla el altar y prepara un brindis para los parranderos.

En el camino y en las paradas que también se hicieron en el Centro de educación inicial y la escuela primaria,  se entonaron cantos de romería hasta llegar a la capilla, que fue maquillada por personal de la Alcaldía del municipio, pero el techo se encuentra en muy malas condiciones.


Al fondo, unas escaleras hacen  las veces de altar y fue decorado con palmas y flores y se le construyó un pequeño techo con tela azul, sobre el que colgaron panes y cantinolloras. Como  antes.

Entre los cantos hubo repartición de dulces, bebidas y difusión de fuegos artificiales. Dentro de la capilla, los cantores entonaron el canto de colocación y otros.
Posteriormente en la tarima del Teatro móvil, colocado al lado de la capilla, y después de una breve llovizna, se subió el grupo Luango para interpretar  el Aguinaldo del poeta, de Antonio Sánchez, Iluminando al Niño, de Miguel Ángel Castillo, dos de las partes de la Gaita perijanera entre otros y después se monto la Parranda Unión de Nirgua.

La fiesta termino al amanecer. Y de nuevo la imagen saldrá por el pueblo este 25 de diciembre. Como antes.

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