Alexis Lugo se fue el 27 y dejo a los yaracuyanos su “Caña dulce”


Alexis “Tacumba” Lugo, fue dibujante. Debe haber llegado a San Felipe en los años 80 del siglo pasado y se convirtió en asiduo visitante del Centro de talleres artísticos CETA.

Como dibujante, trabajo con ingenieros, arquitectos, sabia de maquetas, planos,  hierros.

Y es aquí donde confluye el dibujo, el amasijo del hierro, las maquetas y el arte.

En el 2017, en el Museo Carmelo Fernández, en San Felipe, se organiza una muestra de sus maquetas, titulada “Compilado 2017  con texto de sala de Alexander Brant.

Sobre el conjunto de piezas señala Brant El caos del artista Alexis Lugo está ordenado en ideas concretadas en forma de maquetas que son proyectos escultóricos con la intención futura de ser llevadas a escala cívica.

De esta idea, la verde escultura que presenta la caña de azúcar, a la orilla de la Intercomunal San Felipe el Fuerte, donde también se muestra la de Francisco Cobas, Wilkar Ríos y George Mulhermann, se llevó a gran formato.


La idea,   fue que lo de la pequeña escala pudiera lucirse a gran escala y Entre sus trabajos artísticos se pueden apreciar los diversos temas, que según los títulos: Serpiente, montañas, razas, tótem, árbol, cerúleo dinámico, cestería en movimiento, cariñitos, proteo, nuestro escultor valora y destaca el sentido de querencia y pertinencia por lo local, lo nacional y lo universal, por ejemplo, “Tricolor” donde nuestra bandera queda representada por sus colores característicos, además de sus estrellas; lo humano y lo cotidiano con “Cuidado te caes”; la sugestión maternal con “Cariñitos”; lo referencial con “eclipse”, así como lo meramente abstracto con su movimiento óptico y cinético real, bien sea eólico o bien mecánico como “Tótem Wanadi”, muy a la usanza de Alejandro Otero, uno de los artistas venezolanos padre del cinetismo universal. dice el texto.







 “Bajo el influjo de lo racional y lo sensible” , fue el título del texto de sala donde  Las esculturas son de un cromatismo intenso, fuerte, vivo, saturado y activo, muy propio del ser caribeño y latinoamericano. Amarillos, rojos, verdes y azules en contraste con blanco y negro se combinan en estado puro para captar la atención de cada arista, de cada forma, de cada espacio, de cada respiro de las piezas con el interés formal de mantener su mirada para admirar cada detalle, cada resquicio, cada pensamiento y así, hacernos reflexionar en torno a la capacidad creativa del artista, pero también a la del espectador.





Pensar en un mundo racional sin su complemento, el lado sensible, a lo que le podemos añadir lo sensorial y espiritual, sería hablar de un mundo deshumanizado; y es que todo caos necesita un orden, recordando entre las aseveraciones del Maestro uruguayo Joaquín Torres García en su libro Estructura. El caos del artista Alexis Lugo está ordenado en ideas concretadas en forma de maquetas que son proyectos escultóricos con la intención futura de ser llevadas a escala cívica. Las esculturas son de un cromatismo intenso, fuerte, vivo, saturado y activo, muy propio del ser caribeño y latinoamericano. Amarillos, rojos, verdes y azules en contraste con blanco y negro se combinan en estado puro para captar la atención de cada arista, de cada forma, de cada espacio, de cada respiro de las piezas con el interés formal de mantener su mirada para admirar cada detalle, cada resquicio, cada pensamiento y así, hacernos reflexionar en torno a la capacidad creativa del artista, pero también a la del espectador.

Entre sus trabajos artísticos se pueden apreciar los diversos temas, que según los títulos: Serpiente, montañas, razas, tótem, árbol, cerúleo dinámico, cestería en movimiento, cariñitos, proteo, nuestro escultor valora y destaca el sentido de querencia y pertinencia por lo local, lo nacional y lo universal, por ejemplo, “Tricolor” donde nuestra bandera queda representada por sus colores característicos, además de sus estrellas; lo humano y lo cotidiano con “Cuidado te caes”; la sugestión maternal con “Cariñitos”; lo referencial con “eclipse”, así como lo meramente abstracto con su movimiento óptico y cinético real, bien sea eólico o bien mecánico como “Tótem Wanadi”, muy a la usanza de Alejandro Otero, uno de los artistas venezolanos padre del cinetismo universal.









Alexis Lugo, se marchó definitivamente estos días finales de enero y dejo su Caña dulce.

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