26 mayo 1942. Nace Nery Carvallo
Desde los
primeros años de la infancia Neri Carvallo Barragán fue cautivado por los
libros. Los primeros tres años y medio de vida los vivió con su mamá María
Alejandrina Barragán en su natal Yaritagua, Yaracuy.
A los tres años y medio se fue a vivir a la casa de su padre Pablo José Carvallo. Al llegar a su nuevo hogar en 1945 y siendo casi un bebé quedó cautivado por la biblioteca que el padre tenía, eran unos 160 ejemplares aproximadamente. Hoy tiene 73 años, una mirada profunda, cabellos y bigotes plateados, verbo fluido y trato amable característico de los docentes. El tiempo ha dejado huellas en su rostro de piel trigueña en el cual se asoman algunas arrugas. Viste camisa a cuadros amarillos con gris que hace juego perfecto con el pantalón gris oscuro. Luce mocasines marrones y correa del mismo color.
Ese delirio por los libros desde la niñez dio sus frutos
porque actualmente tiene 10 concursos nacionales de himnos ganados entre ellos
el de la Fiscalía General de la República en 1984 que se mantiene actualmente.
Otras 12 instituciones le han pedido que escriba sus himnos, para sumar 22.
Y es que a los doce años cuando tuvo un poco de libertad para
meterle manos a aquel “tesoro literario” empezó a leer compulsivamente. Entre
sus textos favoritos estaban El Quijote de la Mancha, ilustrado por Doré,
artista español, además de las obras de Manuel Vicente Romero y Rómulo
Gallegos. La adolescencia la pasó devorando obras literarias y a los 17 años
empezó a escribir poemas. El primero se lo dedicó al ajedrez.
Cuando terminaba el bachillerato decidió que quería estudiar
medicina en Caracas, su padre compartía ese deseo, pero sus anhelos y los del
papá se frustraron porque la familia no tenía los medios económicos para
enviarlo a la capital. Se inscribió en lo que para entonces era el Instituto
Pedagógico Experimental Barquisimeto, cuya sede quedaba al lado del Teatro
Juares. La UCLA aún no había abierto sus puertas.
En 1969 se graduó como profesor mención Biología y Química en
la primera promoción. “Estudié esa especialidad porque era lo más parecido a la
medicina en esa universidad. Mi padre decía que quería tener un médico en la
familia y yo también quería serlo, pero no ocurrió”.
En medio de los estudios universitarios descubrió una tercera
pasión: Componer himnos para instituciones. Tocaba darle rienda suelta al verbo
adquirido con aquellas lecturas juveniles en Yaritagua, que le dieron también
la destreza para escribir más de 2.200 poemas hasta la actualidad. Por esa
misma época, a los 21 años se casó, tuvo tres varones: Pablo, Rosmer Darío y
Neri Carvallo, quien cumplió el anhelo familiar al graduarse de médico
endocrino.
Antes del matrimonio había tenido a su primogénita: María de
los Ángeles Carvallo. Tiene un hermano: Ottón Carvallo, destacado docente de
Química y Biología; y escritor como él, que actualmente se desempeña como
director del Colegio Santa Lucía de Yaritagua.
Neri Carvallo Barragán sostiene que a los 35 años escribió su
primer libro serio El Adiós que Regresa, editado por el Congreso Nacional en
1977; sería el primer poemario de otros doce, de los cuales cuatro están sin
editar.
Visión y pensamiento
Cree que el poeta debe tener tres sentimientos: el poético,
heróico y de expresión. Sobre las letras de los himnos piensa que deben tener
cadencia, musicalidad y ritmo; de manera que al ponerle la música no se haga
difícil. “El himno debe tener aliento espiritual que eleve el sentido de la
entidad para la cual se hace”.
Su fórmula para escribir himnos es la mezcla de la rima
consonante y de singulares y plurales; aliento espiritual, musicalidad y un
alto contenido ideológico.
De la poesía piensa que nunca podría definirla porque esta es
ilimitada y definirla sería limitarla. “Se puede definir el cómo hacerla lo que
llamamos el ars poético, pero nada más.
Algunos insisten en la poesía formativa, otros en la
formación de ideas como los que escriben a la patria o libertadores y hay
quienes crean imágenes como Vicente Huidobro cuando escribe -un pájaro anida en
el arcoíris-. Yo he tratado de combinar las tres”.
Está convencido de que el propósito de la poesía tiene que
ser crear belleza. “Cada poeta es un pequeño Dios, porque toma del mundo
exterior impresiones y vivencias y las convierte en otra cosa. Es un
comunicador por excelencia porque transmite a los demás aquello que a él le
está permitido ver y usa todos su talento, porque para el poeta todo es válido:
Una estrella, una roca o un átomo”.
Es consciente de que algunos lectores buscan belleza en la
poesía y recuerda a un chino-norteamericano de nombre Lin Yutang quien escribió
La Importancia de Vivir, quien expresaba que la mitad de la belleza está en el
objeto y la otra mitad en el observador.
“Andrés Eloy Blanco decía que el poeta no podía escribir todo
lo que siente. En su poema Paráfrasis del Poeta exponía: Nunca te des por
entero, da la mitad en un grito, vive puliendo el milagro de tu gran poema en
ti. Que hermosos son nuestros versos antes de haberlos escritos y como al darle
la forma los mutilamos así”.
“Andrés Eloy continúa: Yo no comprendo al que venga desde su
punto de vista, el llanto de mi estrofas nunca bajó hasta el papel, lo más
bello de la obra se queda con el artista y si otro no lo comprende yo no lo
comprendo a él”.
De Andrés Eloy Blanco piensa que fue un grandísimo poeta, muy
mal valorado por los críticos frustrados de ayer y de hoy. “Lo recuerdan solo
por sus poemas populares, pero fue un magnífico poeta”.
Cree que en la actualidad hay un amplio porcentaje de la
juventud que siente gran inclinación por la cultura, las artes y los
acontecimientos humanos. Piensa que el problema de la cultura con los jóvenes
es que la acción de éstos es silenciosa y por eso no tienen repercusión en los
medios porque ellos mismo no promocionan su arte. “A los jóvenes les digo que
salgan del silencio y promuevan sus valores porque hay medios impresos como EL
IMPULSO que recogen esas inquietudes”.
Siempre lleva consigo un papel y un bolígrafo porque sostiene
que la poesía siempre está con él y literalmente es así porque asegura que
tiene memorizados con puntos y comas más 160 poemas, muchas de esos versos
memorizados seguramente servirán para escribir su próximo himno, el del
municipio Independencia en Yaracuy y seguramente esos versos archivados en su
mente le servirán también de inspiración para escribir varias decenas de otros
poemas.
Sobre él
Actualmente es director del Colegio San Vicente de Paúl,
desde el año 2009.
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