Con diversos rituales se espera el Año Nuevo

Año nuevo, vida nueva/ más alegres los días serán /año nuevo, vida nueva/ con salud y con prosperidad/, dice la letra de un tema musical de la Billo Caracas, Boys y para que esto sea verdad, hay que activar.

Y en las últimas horas del año los sanfelipeños se apertrecharan de los elementos para esperar al 2013.

Este último día del año está lleno de rituales, la celebración de fin de año busca terminarlo bien y empezar lo mejor que se pueda el siguiente. Son muchas las costumbres que se celebran durante este día tan especial para la humanidad, pues se festeja el hecho de haber terminado un año más con vida y el inicio de otro.
RITUALES CON ALIMENTOS
Seguramente, la actividad más famosa, es la tradición correspondiente a las doce uvas. Y justo antes de que suene las doce campanadas hay que tener listas las 12 uvas, una por cada una de las 12 campanadas del reloj, que también son los doce meses del año que comienza. El significado de este ritual se relaciona con las aspiraciones y anhelos de cada participante y con el deseo expreso de que se conviertan en realidad los sueños.
Lo real sobre comer uvas es, según el sitio Wikipedia que señala que “el origen de la tradición de comer las uvas tiene un precedente: un bando municipal del alcalde de Madrid, José Abascal y Carredano, de diciembre de 1882, por el que se imponía una cuota de 1 duro (cinco pesetas) a todos los que quisieran salir a recibir a los Reyes Magos. Esta tradición servía para ridiculizar a algunos forasteros que llegaban esos días y a quienes se les hacía creer que había que ir a buscar a los Reyes Magos la madrugada del 5 de enero; se utilizaba, además, para beber y hacer cuanto ruido se quisiera. Con este bando José Abascal privó a los madrileños de la posibilidad de disfrutar de un día de fiesta en donde se permitiese casi todo. Esto, junto a la costumbre de las familias acomodadas de tomar uvas y champán en la cena de Nochevieja, provocó que un grupo de madrileños decidieran ironizar la costumbre burguesa, acudiendo a la Puerta del Sol a tomar las uvas al son de las campanadas. Estos son los antecedentes que dieron lugar a esta costumbre.
El inicio de esta tradición española no comienza en 1909, como se cree, sino, al menos, en diciembre de 1896 en la Puerta del Sol madrileña. La prensa madrileña ya comentaba en enero de 1897 "Es costumbre madrileña comer doce uvas al dar las doce horas en el reloj que separa el año saliente del entrante". Al año siguiente la prensa animaba a esta tradición con un artículo titulado "Las Uvas milagrosas".
Y en San Felipe, en este año que culmina en la esquina de la avenida La Patria con octava se expende el kilo a 50 bolívares y un poco más allá a 40, Juan Sánchez un comprador se acerco al primer puesto pregunto por el precio y después al otro y allí compró su kilo de uvas.
Otra práctica común en los hogares señala que diez minutos antes de que sea medianoche, se debe tomar un puñado de lentejas y guardarlas en los bolsillos y en la cartera, o también comer una cucharada de lentejas (cocidas) dentro de los primeros minutos del nuevo año para tener prosperidad y fortuna. Con ella y otros granos como arroz y dinero, trigo, miel y canela se prepara el pozo de la prosperidad colocándolos en una vasija de cristal y redonda. Esa vasija se tendrá todo el año en un sitio a la vista. Según la tradición, estos granos simbolizan dinero, y cuanto más se come, más se ganará y se remonta a la antigua Roma, donde los habitantes acostumbraban regalar a sus conocidos carteras llenas de lentejas.
Y la gente que vive en el campo, no se escapa de sus rituales y uno de ellos es la compra de sal en grano para realizar el rito de "las cabañuelas" que les permite conocer en cuales meses del año que viene van a tener lluvia, con el fin de sembrar con seguridad.
En un negocio expendedor de granos en la sexta avenida entre la avenida La Patria y la calle 19 este sábado tenía clientes haciéndose de sus lentejas. En los establecimientos de chinos el paquete está valorado en diez bolívares.
Y mucho antes de las doce en algunos hogares se da la cena de Nochevieja con una mesa decorada, con el mejor mantel, vajilla y copas corresponde a la prosperidad. Tener algo dorado en la mesa es para que no falte el dinero y las velas color rojo equivalen a que no falte el amor en la familia.
RITUAL CON ROPA
También según la tradición, el amarillo es el color del Año Nuevo. Desde la antigüedad se ha considerado una tonalidad vigorizante, porque el sol tiene ese color; por lo tanto, el amarillo representa la eternidad. En otras culturas, el amarillo, por ser el color del otoño, representa la madurez y también, es la tonalidad del oro, el más noble de los metales. En consecuencia, el color que hay que buscar, en la ropa interior que se usará en la noche de Año Nuevo, es el amarillo dorado, que representa el bien y la luz y es el símbolo de la sabiduría.

Y en dos tiendas visitadas este sábado la ropa íntima amarilla aun quedaba, lo que deduce que las prendas amarillas, que deben usarse por el revés y cambiarla al derecho después de medianoche, para asegurar felicidad, buenos momentos, para atraer energía positiva, y roja para mejorar las relaciones de amor, no tenían muchas compradoras.
Otra costumbre habla de usar ropa blanca para alejar las enfermedades y atraer la buena salud y además debe ser nueva para que en todo el año no falte, de allí los estrenos.
También en algunos lugares se sale a la calle a dar unas vueltas con una maleta en la que se ha metido cosas buenas, fotos de lugares donde se quiera ir, el pasaporte, dinero y cosas agradables que se llevaría a un viaje como bañadores, toallas de playa si quiere ir a la playa, abrigos por si quieres ir a un sitio frio, y se sale a dar una vuelta por la calle cercana a la casa, para tener muchos viajes el año que comienza. Mejor aún es dar la vuelta a la manzana arrastrando las maletas.
RITUAL DE LA LIMPIEZA
Y así como se dice de la ropa, la casa debe limpiarse para eliminar las malas energías y atraer cosas mejores. El día 31 debe hacerse una limpieza desde adentro hacia afuera en toda la casa, y botar el agua hacia la calle, deshacerse de lo que ya no sirve y recibe el año con un hogar totalmente limpio.
También media hora antes de que suenen las 12 campanadas, se hace un sahumerio por toda la casa con una mezcla de mirra, incienso y estoraque. La mirra atrae la abundancia y el estoraque se encarga de alejar las malas vibraciones. Son los regalos que los magos llevaron al Niño el día de su nacimiento, a quien encontraron en un pesebre.
Cada año, muchas personas se proponen un sinfín de actividades para el 2013, jóvenes y adultos se trazan las metas que desean cumplir el próximo año.
En caso de que alguno de estos rituales no funcione, o simplemente no se crea esta el abrazo y el beso, que simbolizan el amor. El fin de año, es el cierre de un ciclo, donde los errores, metas, triunfos quedan atrás. Un ciclo se cierra, y en definitiva, las tradiciones de fin de año reflejan la esperanza del hombre de que en el nuevo año todo va a ser mejor y diferente y se recibe con alegría y fe por eso nos abrazamos y deseamos ¡FELIZ AÑO 2013!

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