En la espera del nuevo nacimiento de Jesús

Este 25 se celebra en el mundo, un nuevo nacimiento de Jesús un niño que dividió el tiempo en antes y después que nació en tiempos de Herodes el Grande, hacia el año 6 a.C.

El pequeño nació fuera del territorio de gestación, pues Quirino, gobernador de Siria, por decreto de Cesar Augusto, ordeno que se realizara un censo, y María, que se encontraba en avanzado estado de gravidez, de oficios del hogar fue junto a José el carpintero, a cumplir la orden.

Estando en Belén, en Judea, le llegaron los dolores del parto, y por no tener posada por la cantidad de gente que había ido al igual que ellos a censarse, se alojo en un establo y allí nació el niño, un 25 de diciembre.

Si a Jesús le hubieran redactado su partida de nacimiento, estos serian los datos de su documento de identidad, aún cuando la Biblia no precisa exactamente el día en que nació. Pero este 25 como desde hace siglos festejaremos su nacimiento.

Y por eso este 24 la iglesia culmina la novena de preparación para esperar la llegada del Niño Jesús, con la tradicional Misa de gallo, a las nueve de la noche en la iglesia La Ascensión del Señor; en la del arcángel Rafael y San Jerónimo de Cocorote a las seis de la noche, en Catedral a las nueve.

Cuenta la tradición oral, que este oficio religioso debe su nombre a que un gallo canta a la medianoche anunciando la llegada del Niño.

EL NACIMIENTO EN LOS TEXTOS BÍBLICOS
Por eso todos los años, el 25 de diciembre es celebrado, festejado y recordando la Natividad o nacimiento de Jesús, el Hijo de Dios y que según San Lucas 2:1-5:aconteció en aquellos días, que se promulgó un edicto de parte de Augusto César (primer emperador romano), que todo el mundo fuese empadronado.
Y José y María fueron a censarse al pueblo de David, pues cada familia tenía que cumplir este edicto de censo trasladándose a la región de Israel donde originalmente sus antecesores fueron establecidos por tribus (las doce tribus de Israel), desde tiempos de Josué, en la vasta región que entonces ocuparon por mandamiento de Jehová Dios

Y estando allí llego la fecha del alumbramiento y por estar el pueblo lleno de gente, no hubo lugar para alojarse y tuvieron que hacerlo en un pesebre y a su alrededor dice el evangelio de San Lucas en el capítulo 2, versículos 8 al 20, donde se narra que “Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño.”
Fueron ellos, los más pobres, y explica Marcos Rodríguez, párroco de la iglesia La Ascensión del Señor, que eran considerados impuros porque tocaban a los animales, los escogidos por un ángel para recibir la noticia.


 
El evangelista Mateo, también narra La visita de los pastores al pesebre “En esa región acampaban unos pastores, que vigilaban por turno sus rebaños durante la noche. De pronto, se les apareció el Ángel del Señor y la gloria del Señor los envolvió con su luz. Ellos sintieron un gran temor, pero el Ángel les dijo: "No teman, porque les traigo una buena noticia, una gran alegría para todo el pueblo:
Hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor. Y esto les servirá de señal: encontrarán a un niño recién nacido envuelto en pañales y acostado en un pesebre". Y junto con el Ángel, apareció de pronto una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo: "¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra, paz a los hombres amados por él! Después que los ángeles volvieron al cielo, los pastores se decían unos a otros: "Vayamos a Belén, y veamos lo que ha sucedido y que el Señor nos ha anunciado".
Fueron rápidamente y encontraron a María, a José, y al recién nacido acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que habían oído decir sobre este niño, y todos los que los escuchaban quedaron admirados de lo que decían los pastores.
EL PRIMER CENSO
Mateo, (1, 18-25), también narra la escena del nacimiento” En aquella época apareció un decreto del emperador Augusto, ordenando que se realizara un censo en todo el mundo. Este primer censo tuvo lugar cuando Quirino gobernaba la Siria. Y cada uno iba a inscribirse a su ciudad de origen. José, que pertenecía a la familia de David, salió de Nazaret, ciudad de Galilea, y se dirigió a Belén de Judea, la ciudad de David, para inscribirse con María, su esposa, que estaba embarazada. Mientras se encontraban en Belén, le llegó el tiempo de ser madre; y María dio a luz a su Hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el albergue.”
Son estos los textos que tomo el Papa Benedicto XVI, para describir la infancia de Jesús en su nuevo libro en el cual afirma que en el pesebre no hubo ni mula, ni buey. Y es que los textos no los menciona.

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