Rafael Montilla tiene presente al Picacho de Nirgua en su trabajo plástico
Rafael Montilla que nació, creció y vive en Nirgua, donde quiera
que vaya, se distingue por su inseparable sombrero.
Cuenta que se inició en el mundo de la
plástica desde pequeño quizás a los 14 años en unos talleres de pintura que se
dictaban en el Colegio de las monjas agustinas, donde estudiaba sexto grado y
venia Antonio Hernández, un facilitador desde Valencia a dictar clases.
Pero el curso apenas
tuvo un año de duración y con esas enseñanzas empezó; al egresar de la primaria,
se dedicó a pintar avisos publicitarios, paralelos sus lienzos, que vendía. Así,
cumplía con su pasión que es la pintura y lo otro le producía para llevar la
vida.
En Nirgua existe una
tendencia hacia el paisaje y en referencia esto dice Montilla “Yo no he dado
clases como una escuela ,en un salón, solo doy orientaciones a los muchachos y
a los amigos que me preguntan” dijo.
Montilla recuerda una
época esplendorosa para la actividad cultural en Nirgua y su relación con
Peirot, un español iniciado en la pintura que llego al pueblo a casa de su
familia dueña de una librería y que comenzó a trabajar en un taller de joyería de
su propiedad.
Por su inquietud por la
pintura, se fueron agrupando varios pintores, uno de ellos Montilla, Rafael
Escobar, Víctor Pineda, Esteban Escalona que exponían juntos y se autonombraban
como Asociación de pintores de Nirgua (APN) y al grupo se sumaron músicos, uno
Manuel Freitez había llegado como
director de la escuela “Buria” y
organizó una estudiantina, también se unieron los escultores. Recuerda Montilla
que en esos días llego a trabajar como
gerente del antiguo INOS, Tomas Jurado
Zabala, con el teatro y nace “Vitral”.
EL
PADRE VISTO POR EL HIJO
Montilla ha expuesto en
diferentes lugares del país y sobre su obra dice su hijo Ángel Montilla, hoy
Licenciado en arte de la Universidad de los Andes, que realizo su tesis de
grado” Un catálogo critico razonado de la obra plástica de Rafael Montilla” y
para esto escogió alrededor de unas cien obras que logró conseguir , pero en un
estimado de pintar tres obras por semana en un tiempo de 50 años de trabajo ha
pintado unas 15.000 obras” que están dispersas por el mundo.
Ángel Montilla cuenta
que comenzó el trabajo por el dibujo y la carpeta que uso en el Colegio de las
monjas que aún conserva, y las obras de carácter familiar; le siguen las obras
que fueron a exposiciones entre 1956-1967.
Relata que al principio
se dedicó a la pintura un poco expresionista usando una paleta cromática al
estilo reveroniano y con buen dominio del dibujo y trabajo del color y la
textura; luego se va hacia los años
1970-1980 hay una etapa de transición hacia una pintura con sello
propio.
Dice Ángel Montilla,
que el contacto con la pintura de otros, a través de la lectura, pues en su
biblioteca existe una variada colección de
libros, le dio oportunidad de conocer otras técnicas, la perfección del dibujo
y de tomar por ejemplo la postura de los cuerpos.
Apunta que en esta
etapa lo distingue el manejo del color y el tema, antes era experimental tomaba
diferentes modelos y trataba de componer y luego llega a una pintura de autor con temas como
bodegones, histórica, paisajes el cual ha sido el paisaje y el Picacho de
Nirgua, como un elemento simbólico al
cual hace referencia a la ubicación geográfica.
Saludos, por favor corregir "hoy Licenciado en arte de la Universidad de los Andes" por hoy Licenciado en Letras, mención Historia del Arte en la Universidad de Los Andes. Muchas gracias
ResponderEliminargenial perra xd xd xdxdxdxdx
ResponderEliminarEl respeto por el arte y por quien lo desarrolla debe estar presente en estas páginas. Mis respetos Sr. Montilla.
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