Rubén Capriles: un director es un comunicador
La noche de este
viernes 27 Rubén Capriles, dirigió a la Orquesta Sinfónica de la Juventud
Yaracuyana, como director invitado en un concierto romántico.
Del periodo romántico interpretaron las obras de “Obertura
fantasía de Romeo y Julieta” basada en la obra homónima de Williams
Shakespeare, una tragedia de amor por excelencia y “Sinfonia No 4 en Fa menor Op.36”
de Pyotr Ilyich Tchaikovski con sus seis movimeintos y el “Concierto para oboe y
orquesta” de Alessandro Marcello, del periodo barroco y
como solista Rodrigo Escalona.
Capriles, define a un
director como “un facilitador que hace
que coincidan muchas horas de trabajo de cada
uno de los integrantes, une a los esfuerzos de ellos y su aporte se
traduce en una ejecución compartida con la audiencia. Básicamente es un comunicador”
Agrega que entre las
virtudes de un director están la
disciplina, constancia y la humildad y además tener mucha pasión por lo que hace.
Un director debe ser humilde porque es el canal de la comunicación, es un cargo
que se necesita en la orquesta y es de alta jerarquía y autoridad desde el
punto de vista del intérprete si no se
da esa humildad como mecanismo en la comunicación el trabajo no es eficiente.
Y sobre el movimiento
musical que es El Sistema dice que “la constancia y disciplina son las claves que han permitido
consolidarse en el tiempo, la naturaleza de lo musical exige esto y cuando
los estudios musicales se institucionalizan con apoyo del Estado, la
comunidad y padres la institución que se
nutre de estas virtudes puede trasmitir de generación en generación y muchos
que empezaron como alumnos ahora son docentes”
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