Los aguinaldos forman parte de una tradición que no muere

Las misas de aguinaldo son nueve días para honrar a Jesús en la Virgen, nueve madrugadas a partir de las 5:30 o seis de la mañana, en las cuales se mezcla la tradición que envuelve el espíritu navideño en torno a la santa misa para preparar la llegada del Salvador.
Los nueve días de misas de aguinaldo cierran con la “misa de gallo” que es aquella que se efectúa en la noche del 24 o al comienzo de la madrugada del día de Navidad.

 

Y este domingo 22 ultimo día de adviento se efectuó la séptima misa de aguinaldo de la parroquia Catedral amenizada por los Niños cantores de Belén, pues la música de navidad las caracteriza con los aguinaldos, un género particular de música venezolana, una expresión exclusiva de las fiestas propias del mes de diciembre tanto en este país como en otras regiones de América Latina, en general están íntimamente asociados con la fiesta de Navidad y Adviento que celebra la iglesia católica con motivo del nacimiento de Jesús.

 

Según se desprende de investigaciones de musicólogos, el aguinaldo es una evolución del villancico europeo y en el país tiene peculiaridades de acuerdo a las regiones geográficas.

Los primeros trabajos sistemáticos de recopilación de aguinaldos venezolanos los realizó Vicente Emilio Sojo a partir de 1938, armonizando las melodías y arreglándolas en versión para canto y piano que fueron interpretadas a partir de ese mismo año por el Orfeón Universitario. La publicación de las partituras tuvo lugar entre 1945 y 1946 y los primeros discos se realizaron en la década de 1950 allí estan “En tus manos” aguinaldo del siglo XIX; “Tun tun”; “Niño lindo”, “La jornada”, “Cantemos, cantemos”

Otros temas navideños  muy conocidos son “De contento”, Rafael Izaza; “A ti te cantamos”, de Rafael Pérez;  “Espléndida noche” “A ti te cantamos”, de Ricardo Pérez; “El niño criollo”, de Luis Morales Bance e Isabel Herrera;  “Casta paloma” y “La barca de oro”  de Alejandro Vargas; “Fuego al cañón”, recopilación de Oswaldo Oropeza; “Niño venturoso”, de Rogerio Carabaño; “La luz que me guía”, de Hernán Gamboa; “Luna decembrina”, de Otilio Galindez; “Aguinaldo margariteño”; “Aguinaldo barinés”; “Precioso querube”, “Corre caballito”; “Aguinaldo caraqueño”; “La cabra mocha”, “Aguinaldo de El Callao” y “Nació el Redentor” del repertorio tradicional venezolano.

Muchos de ellos son entonados en estas misas de aguinaldos cuyo origen se remonta a los tiempos  coloniales y la Iglesia católica ha mantenido esta tradición, se trata de preparar intensamente el nacimiento del Niño a través de una novena de misas, pero con características diferentes, porque se celebran en la madrugada, con los cantos de aguinaldos y villancicos.

Las misas de aguinaldo, tienen su fundamentación bíblica en la persona de Juan el Bautista quien llama a la gente a preparar el camino del Señor y allanar los senderos, invita a la conversión, al cambio de vida para recibir al Mesías, al Señor.

Es un espacio de tiempo, dentro del Adviento, del 16 al 24 de diciembre, para preparar, la llegada del Niño Jesus.