Dixon Calvetti: el chimó vincula con lo sagrado
La sala 4 del Museo Carmelo Fernández recibió las
obras del artista plástico Dixon Calvetti, agrupadas en “Testimonios de fe”
bajo la curaduría de Rafael Principal.
Y sobre ella, explica el artista que
el título de la exposición viene del testimonio de su abuela, que fue sanada y
operada por el medico José Gregorio Hernández y como enfermeras la Rosa
mística, la Madre Teresa de Calcuta.
La exposición, es un homenaje a ella
con sus 85 años de edad, un trabajo
de cuatro años de investigación a lo que
se une el uso del chimó como material pictórico “no solo es eso, también es un
material de experimentación y vincula con lo sagrado, tiene que ver con las
ofrendas de la corte chamarrera, es un vehículo significativo que evidencia
testimonio fe, lo uso como un elemento de sanación y uso la palabra curador y hago una fusión
entre religiosidad y arte contemporáneo”
Según expresa el texto de Principal
“cada obra porta un lenguaje, es un sistema de escrituras a partir de imágenes
y símbolos con significados cargados de la energía que aporta el chimó, usado
además como materia pictórica; junto con la acción exorcizante y sanadora del
tabaco a partir de su humo y sus cenizas y la acción purificadora lograda con
las aspersiones directas de licor. Convierte así cada obra en materia
densamente simbólica, religiosa, cosmogónica, transformándose de esta manera
las obras destinadas a la contemplación estética en piezas objeto de
religiosidad, de representación mística, de iniciación, de ceremoniales.”
La sala la ocupan ocho pinturas, un
video y una gran instalación con
Faustino Parra, un icono con el cual trabaja y que tiene múltiple significados,
uno de ellos la curación. Cajitas azules
más de mil con calcomanías de figuras la cubren y bolas de chimo
construidas con imágenes de santos rotas y pulverizadas y mezcladas con chimó, manifiesta
el artista.
Sobre el uso de este material explica el texto
de sala que “Comencé a experimentar el
uso del chimó durante el tiempo que
permanecí viviendo en la población de Ospino en el estado Portuguesa; fue parte
importante de mi vinculación con la
cultura del habitante de los llanos, con el entorno y el contexto geográfico.
Inicialmente opte por su uso como una extensión y vinculación con el mundo
espiritual, para sacralizar a los
“muertos poderosos” y a los espíritus
benefactores y lograr así el cumplimiento de las peticiones hechas en la
búsqueda del bienestar en la salud, el amor y el trabajo”
Por otra parte comenta Calvetti, que
el José Gregorio Hernández, que figura en el video de la sala, es una
imagen rota y es restaurada por Daniel
Albis, es una metáfora un restaurador lo cura, lo sana de la rotura.
El artista confiesa que su obra no
responde solo a un proceso de experimentación con el chimó como materia
pictórica, sino también a la vinculación
con el mundo esotérico, con el culto a la Reina María Lionza en el cual
participa como devoto y practicante
Para
lograr su propósito, dice el texto “el artista recubre las imágenes de
yeso de los “santos” del panteón marialioncero, con una pasta de chimó mezclado
con tierra y cola blanca, a la cual agrega posteriormente una combinación de
poliuretano. Así se genera un proceso de vitrificación y protección de las
imágenes, de Faustino Parra en esta ocasión, junto a un conjunto de bustos de
otros espíritus benefactores. De esta manera satisfago mi preocupación por lo
relativo a la conexión espiritual con el
orden materico de la obra, para
constituir una ofrenda ritual, una
confirmación del concepto arte-vida, del dialogo espiritual que debe imperar en
toda creación... de la persistencia -a través de todos los tiempos- de la
relación estrecha que siempre ha existido entre el arte y la religión sea esta
del tipo o tendencia que sea y sobre todo en el ámbito de lo popular;
diluyéndose así la concepción entre el objeto artístico y el objeto místico o
“santo” en nuestro caso, cuando opero como artista y oficiante”
La exposición permanecerá abierta
hasta el 2017
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