Murales con cacao, flores y animales ilustran fachadas de viviendas en La Marroquina
Este domingo 13 de diciembre, dìa de la Virgen Santa Lucìa , dàa soleado se dio un domingo diferente en La Marroquina, un centro poblado cercano a San Felipe, la ciudad capital y que tiene como patrono a San Antonio de Padua.
Este 13 se organizò con motivo del estreno del documental "Bosque de chocolate" una visita guiada para un grupo. Al llegar al caserio un grupo de guias recibe a los visitantes, un grupo de adolescentes estudiantes en la ùnica escuela de la comunidad y quienes explicaron lo representado en varios murales pintados en las fachadas de varias viviendas.
Ellos, nacieron en diciembre del 2019 cuando un grupo de jovenes participantes del Festival sonido casero, pintaron las fachadas de varias de viviendas, en el marco del evento y realizaron 5 murales, una técnica de arte figurativo pintada o aplicada directamente sobre un muro o pared.
I LOS ARTISTAS
Algunos de ellos fueron, Jhonatahn "Sense" (Lara) manifestò que en las ciudades hay espacios vacios, frios y estos sirven para los murales, grafitis que llevan fuerza, contenido y profundidada para darle algo a la sociedad, tratamos de asociarnos con las comunidades para que relaten sus historias y hacer un trabajo que tenga sentido de pertenencia. "Por eso vinimos a La Marroquina para que la gente nos contaran sus historia y nosotros pintarla".
Uno de sus murales, se titula "El forastero", con alusion a una especie de cacao cultivado en Venezuela, una gigantesca ave lo acompaña, que tambien fue bautizada como forastero.
Otro fue Anderson Villalobos, "Mon-k", de Valencia, "mi tècnica esta al servicio de este pueblo, lo verde, el cacao han influenciado mi vida desde que vine la primera vez. a la comunidad" contò. La idea es hacer un pueblo turistico, los visitantes desde que llegan reciben informaciòn sobre el cacao.
Por su parte, Pedro Dominguez "Jotashow" , del estado Carabobo, expreso que el mural integra flora, fauna, la historia del cacao cada uno en su estilo. Los visitantes podràn disfrutar de la naturaleza y del arte .
Y Paola Cardozo, "Paola_quepinta," (San Felipe) expreso que la experiencia de juntar cinco artistas, para pintar un mural durante 9 dìas el año pasado 2019, lo cuentan en el documental. A ella le correspondiò pintar heliconias elaboradas con pincel.
Los murales, cubren la fachada, algunas de flores, animales y cacao. Un cultivo que renace en el caserio, donde antes varios de sus habitantes estuvieron dedicado a cultivar y fabricar productos artesanales en vetiver.
Los jòvenes, este 13 regresaron para el estreno del documental " Bosque de chocolate", editado y producido por Alfredo Brito, que recoge todo el proceso creativo de un mural, el principal, que conjuga el trabajo colectivo del grupo, cinco estilos, cinco visiones del arte.
El mural principal, que unifica varios criterios en un todo, esta ubicado a la entrada de lo que fue Centro comunitario, de La Marroquina, diseño del arquitecto Francisco Coba, con auspicio de la Fundaciòn Guaquira.
Un joven emprendedor, Adriaǹ Escalante, inclinado a producir barras de chocolate, desde su emprendimiento Cacao 10 , hace la descripcion y trlata la historia del mural de la fachada del centro comunitario " en los sitios donde se cultiva cacao existen animales como la rana y alli hay un ojo que la representa, otros actuan como polinizadores del cacaotambièn hay una mosquita".
Tambièn, entre los cacaotales vive el lechuzòn de anteojos, un ave nocturna muy comùn en el caserio, explica .
II SOBRE CACAO DE SAN FELIPE
No se sabe una fecha exacta, cuando llego el cacao a lo que es hoy el valle de Yaracuy. Solo, que su cultivo, comercializaciòn fue causa de destrucciòn y muerte en la parte baja del rìo, como dice el Himno de Yaracuy de Fermìn Abdon Ramirez y Pedro Maria Sosa" Mientras riegue mi valle el rio/Yaracuy que su nombre me ha dado".
Pero ya en el siglo XVIII, los misioneros junto a indìgenas, traìdos de otros lugares para evangelizarlos, lo cultivaban en el complejo misional del bajo Yaracuy. Muchos inconvenientes a los pobladores trajo la comercializaciòn de este cacao a tràves de las aguas del rìo Yaracuy.
Su cultivo era extendido y en un censo publicado en 1717 entre el pueblo de Cerrito de Cocorote despues elevado a ciudad con el nombre de San Felipe el Fuerte, y Camunivare ( hoy Ciudadela) habìan plantadas alrededor de 100.200 matas de cacao
Es muy probable que durante los años de la guerra de independencia las haciendas de cacao fueran abandonadas, pero a mediados del siglo XIX las aguas del rio siguieron trayendo y llevando productos .
Una de estas casas a la cual le fue concedido un privilegio exclusivo de travesía por 15 años , fue la Foster, hijos & Cía, y Hellyer & Cía, comerciantes de Puerto Cabello; los frutos eran llevados hasta la localidad de El Chino donde habia un pequeño embardero, para el transporte hasta su desembocadura, en Boca del Yaracuy, mediante una flotilla de 12 lanchas y posterior embarque para el tráfico oceánico.
Y una de estas haciendas cacaoteras fue la de los Marroquin, ubicada en terrenos de lo que es posiblemente, hoy el centro poblado La Marroquina.
Hacia 1750 encontramos que don Josè Antonio Marroquin, quien fuera sargento mayor en la ciudad de San Felipe el Fuerte, era el dueño de la hacienda , donde sembrò unas 28.000 matas de cacao.
50 años mas tarde, su hijo Manuel Antonio Marroquin un exfuncionario de la extinta Compañia Guipuzcoana, que se habìa establecido en la ciudad de San Felipe el Fuerte, para ejercer el monopolio de lo que salia por el rìo Yaracuy y evitar el contrabando, la vende a don Francisco Miguel de la Serna.
A su muerte, la hereda el sobrino Jose Gonzàlez de la Serna y en los dìas de secuestros de la guerra de independencia, aproximadamente 1821, la hacienda cayo en poder de los españoles y se dio la administraciòn a Juan Jose Aparcero.
Gonzàlez de la Serna, se vio en la necesidad de huir a las islas vecinas y durante varios años su esposa Manuela Garcìa mantuvo un litigio para su devoluciòn.
Fue en los dìas de 1830 cuando se aboliò la confiscaciòn de bienes incautados que le fue devuelta. Ya en 1869 la hacienda habìa crecido por compra de terrenos aledaños y no solo se dedicò al cultivo de cacao, tambièn habìa caña de azùcar , cafè y arroz algunos descendientes se habìan establecido en sus terrenos. Alrededor de 1919 cierra el capitulo de la hacienda.
En parte de ese terreno hoy se ubica la hacienda La Guaquira, que desde hace unos años, retomo el cultivo del cacao.
Me encantó, que genial que 0odamos conseguir lugares así, donde podamos aprender y disfrutar de nuestras raíces, mil felicidades a esos artistas y al productor.
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