9 marzo 2000
Muere René Rojas Lucambio
Cuando la música cobija a una persona, con su manto sagrado
de melodía y armonía, difícilmente podrá deshacerse de sus embrujos el resto de
sus días. Rápidamente comenzara a sentir una sensación de goce interior que no
vacilará en darlo a conocer en su momento oportuno. Tal será el hechizo que
dejará de un lado otras ocupaciones profesionales para entregarse, con
solemnidad, a los sonidos exquisitos de su propio yo para conocer, de una vez
por todas, su verdadera identidad. Primero vendrá el aprendizaje aventajado con
sus maestros. Después llegarán los primeros frutos del meloso pentagrama, que
en principio disfrutará y compartirá con sus allegados, y después con los
fanáticos de su arte. Más adelante subirá, sin tropiezos, los escalones
afinados de la fama. Finalmente, regresará a las aulas de su infancia, esta
vez, como maestro iniciático de nuevas juventudes musicales. ¿ Quién podría ser
la persona?. La respuesta nos lleva deliberadamente al músico yaracuyano René
Rojas Lucambio.
DE CAMPO ELÍAS TENÍA QUE SER
Nace en Campo Elías, estado Yaracuy-Venezuela, el 2 de agosto
de 1928, séptimo hijo del matrimonio de María Lucambio de Rojas y Manuel Felipe
Rojas, próspero hacendado y gran amante a la poesía y de la literatura. Desde
muy pequeño sintió fuerte inclinación por el mundo de la música contando en sus
años de infancia con la tutoría de la pianista y compositora yaracuyana Blanca
Estrella.
En San Felipe
estudia la primaria en la Escuela “Padre Delgado”, donde interviene en los
actos culturales demostrando su fresco potencia musical. Luego emigra a
Barquisimeto, para continuar su preparación en el Liceo “Lisandro Alvarado”,
ocasión que aprovecha para tomar clases particulares de piano con la profesora
Doraliza Giménez.
MUELAS, DIENTES Y CANCIONES
Al graduarse
de bachiller, logra inscribirse en la Facultad de Odontología de la Universidad
Central de Venezuela, culminando su carrera en la Universidad de los Andes,
donde obtiene el título de Doctor en Odontología, en 1953, profesión que ejerce
con dignidad y orgullo por algún tiempo, alcanzando a tener un consultorio
odontológico privado, en compañía de su colega Castor Velásquez, el cual tenía
a la entrada del mismo una llamativa placa de arcilla diseñada por su amigo
Carlos Cruz Diez, que decía: “Se sacan muelas y se componen canciones”. Por
estos años, compone el Himno del Colegio de Odontólogos de Venezuela.
Pero sería la
música su verdadera pasión y vocación por el resto de sus días. A los 19 años
compone formalmente su primer bolero: Evocación. En breve, se convierte en
éxito en las voces de Eduardo Lanz y de Mario Suárez. Un año después, el 17 de
agosto de 1948, conoce al tenor Alfredo Sadel en casa de Blanca Estrella,
estableciéndose entre ellos una estrecha amistad muy profesional, que lo animó
a seguir componiendo otros temas populares. De su mente amplia y prodigiosa
saldrían: Anoche te ame, Solo en la
noche, Sufre mujer, Alma pasional, Clamor, Déjame olvidar, Repaso, Luna
callada, De que vale decirlo, En cualquier lugar, Canto triste, Canción de cuna
para la tarde, Chipolita mía, Contemplación, Maria Margarita, Paisaje azul, Mi
niña de diez, Vals para un niño, A mi jardinera, Un son para niños antillanos,
Un bolero para el samán de güere, El gasero y otros más.
TESTIMONIOS DISCOGRÁFICOS
Las primeras
composiciones grabadas de René Rojas Lucambio, nos señala el coleccionista de
música hispanoamericana Mario Baptista Troconis, fueron realizadas en disco de
78 rpm y entre ellas destacan: Alma pasional, con Vinicio Adames y la Billo´s
Caracas Boys (no comercial), Sufre mujer, en la voz de Alfredo Sadel,
acompañado por la orquesta de Ulises Acosta (Rex 2-B, 1949), Anoche te amé:
Vinicio Adames con la Billo´s Caracas Boys (no comercial), Alfredo Sadel y el
conjunto de Eduardo Rengifo (Reha 164A, FP640, 1950), Oscar Alvarado con el
conjunto de Manuel Ramos (Rex 1194, 1951); Leyenda, Miguel Briceño y la Billo´s
Caracas Boys (Hit 29B, 1950), Déjame olvidar, Alfredo Sadel en compañía de la
orquesta de Ulises Acosta (Reha 178-A, FP671, 1951); Clamor, Rubén Osuna con la
orquesta Ulises Acosta (Son A12, 1952); Sufre mujer, Alfredo Sadel y la
agrupación de Pedro J. Belisario (Ritmo 12-09B, 1951), y Evocación, Rubén Osuna
con la orquesta de Ulises Acosta (Son B-12, 1952).
Años mas tarde, el tenor favorito de
Venezuela graba en la Habana, en 1958, bajo la dirección del propio René Rojas
Lucambio, el histórico larga duración “Sadel en Canciones de René Rojas” (L.P
1004, Sonus 1958). Más adelante, Jesús Sevillano incluye en sus L.P: “Canciones
Venezolanas” (Polydor, 1969) y “Canciones Venezolanas” Volumen III (Polydor,
1970), los atractivos temas Contemplación y Paisaje azul, respectivamente. Tres
años después, La Rondalla Venezolana incluye en el álbum “Rondalla Venezolana.
Volumen II (Palacio, 1973), el bolero Anoche te amé. En los ochenta, Raquel
Castaños graba El niño de Yaracuy en el L.P “Parrandas y Aguinaldos” (Colibrí,
1982); esta pieza también seria seleccionada por La Síncopa Criolla e incluida
en el larga duración “Música Popular Navideña” (Araguaney, 1985). Un año antes,
esta agrupación vocal habia grabado el hermoso vals Canto a Yaracuy, para el
L.P “La Sincopa Criolla” (Araguaney, 1984).
DE MÚSICO POPULAR A COMPOSITOR ACADÉMICO
René Rojas
Lucambio, en su continuo afán de superación logra también terminar sus estudios
en la Escuela Superior de Música “José Ángel Lamas”, siendo alumno destacado de
los maestros Antonio Estévez y Primo Casale, en la cátedra de armonía y de contrapunto
y orquestación, respectivamente.
En 1959,
becado por la UCV y la ULA, se marcha a Europa. En París, estudia armonía y
composición con Nadia Boulanger; dirección de orquesta con Robert Blot y
musicología con Jacques Chailley. Luego en Bélgica, se inscribe en el
Conservatorio Real de Bruselas, donde asiste al curso de dirección de orquesta,
ofrecido por el profesor René Defossez. Finalmente, en 1978, estudia pedagogía
musical en el New England Conservatory, en Boston.
Luego de recibir
estos cursos de perfeccionamiento regresa a Venezuela donde participa en varios
eventos como director invitado de las mas prestigiosas orquestas de música
académica del país, dejando siempre constancia de su talento y disciplina.
Interviene activamente en el movimiento coral universitario de la UCV. Dicta
cursos de mejoramiento profesional en las principales escuelas de música del
país. Además, funda con solemnidad y
orgullo el Instituto de Música Experimental Infantil “René Rojas”, donde
aprovecha para difundir sus obras infantiles a sus alumnos.
Como
compositor de música académica destacan sus obras: Tres acuarelas para quinteto
de cuerdas, Tres movimientos para orquesta de cuerdas, Cantata profunda La
Hilandera para orquesta, coro y solista
(texto Andrés Eloy Blanco), Semblanza para orquesta sinfónica, La historia de
un caballo que era bien bonito para la orquesta sinfónica y narrador (texto
Aquiles Nazoa), Suite Moleiro, Ave María para piano, solo y coro mixto,
Libérame, para coro mixto a capella, La veragacha, un ballet para Taormina
Guevara, Tres acuarelas para quinteto de vientos, Tres movimientos para
orquesta de cuerdas, El repertorio de
los grillos. Volumen I y II, Canciones infantiles para voz y piano, entre
otras.
Todo la
narrado anteriormente, sobre el fructífero y admirable trabajo desarrollado por
René Rojas Lucambio en este mundo, nos lleva a precisar que su obra musical
estuvo diseminada tanto en la composición popular, donde su creatividad se
aferró con lealtad y elegancia al fino romanticismo reinante, como en los
prados académicos, en el cual fue capaz de cautivar, con su arte, la atmósfera
reflexiva de un publico exigente y a la vez ansioso de conocer la descarga
emocional de sus obras. Tuvo también un decidido empeño para deambular con
soltura por el mundo blanco de su niñez, esta vez como maestro y creador de
canciones benditas y agradecidas, que se mantendrán por siempre.
René Rojas
Lucambio fue un extraordinario cultor y defensor de la buena música de allí que
las enseñanzas a sus discípulos fueran exigentes pero, a la vez, inolvidables.
Murió en Caracas, el 9 de marzo de 2000.(Héctor Camacho)
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RENÉ ROJAS LUCAMBIO
Compositor y Doctor en Odontología de la Universidad de Los Andes.
La música, sin embargo, fue su verdadera vocación. Tanto que
es el autor del Himno del Colegio de Odontólogos de Venezuela.
A los 19 años compuso su primer bolero, “Evocación”, que de
inmediato las voces de Eduardo Lanz y de Mario Suárez.
El 17 de agosto de 1948, conoció al tenor Alfredo Sadel estableciéndose entre
ellos una estrecha amistad muy profesional, que lo animó a seguir componiendo
otros temas populares.
Así nacieron “Anoche te
ame”, “Solo en la noche”, “Sufre mujer”, “Alma pasional”, “Clamor”,
“Déjame olvidar”, “Repaso”, “Luna callada”, “De que vale decirlo”, “En
cualquier lugar”, “Canto triste”, “Canción de cuna para la tarde”, “Chipolita
mía”, “Contemplación”, “María Margarita”, “Paisaje azul”, “Mi niña de diez”,
“Vals para un niño”, “A mi jardinera”, “Un son para niños antillanos”, “Un
bolero para el samán de güere”, “El gasero” y otros más.
En el artículo “René Rojas. El gran compositor yaracuyano.
Sus años de músico popular”, publicado inicialmente en Revista Notas Musicales y reproducido después en Internet, su autor
Héctor Camacho Aular, citando al coleccionista de música hispanoamericana Mario
Baptista Troconis, escribió
Las primeras composiciones grabadas de René Rojas Lucambio,
nos señala fueron realizadas en disco de 78 rpm y entre ellas destacan: Alma
pasional, con Vinicio Adames y la Billo´s Caracas Boys (no comercial), Sufre
mujer, en la voz de Alfredo Sadel, acompañado por la orquesta de Ulises Acosta
(Rex 2-B, 1949), Anoche te amé: Vinicio Adames con la Billo´s Caracas Boys (no
comercial), Alfredo Sadel y el conjunto de Eduardo Rengifo (Reha 164A, FP640,
1950), Oscar Alvarado con el conjunto de Manuel Ramos (Rex 1194, 1951);
Leyenda, Miguel Briceño y la Billo´s Caracas Boys (Hit 29B, 1950), Déjame
olvidar, Alfredo Sadel en compañía de la orquesta de Ulises Acosta (Reha 178-A,
FP671, 1951); Clamor, Rubén Osuna con la orquesta Ulises Acosta (Son A12,
1952); Sufre mujer, Alfredo Sadel y la agrupación de Pedro J. Belisario (Ritmo
12-09B, 1951), y Evocación, Rubén Osuna con la orquesta de Ulises Acosta (Son
B-12, 1952).
Años mas
tarde, el tenor favorito de Venezuela graba en la Habana, en 1958, bajo la
dirección del propio René Rojas Lucambio, el histórico larga duración “Sadel en
Canciones de René Rojas” (L.P 1004, Sonus 1958). Más adelante, Jesús Sevillano
incluye en sus L.P: “Canciones Venezolanas” (Polydor, 1969) y “Canciones
Venezolanas” Volumen III (Polydor, 1970), los atractivos temas Contemplación y
Paisaje azul, respectivamente. Tres años después, La Rondalla Venezolana
incluye en el álbum “Rondalla Venezolana. Volumen II (Palacio, 1973), el bolero
Anoche te amé. En los ochenta, Raquel Castaños graba El niño de Yaracuy en el
L.P “Parrandas y Aguinaldos” (Colibrí, 1982); esta pieza también seria seleccionada
por La Síncopa Criolla e incluida en el larga duración “Música Popular
Navideña” (Araguaney, 1985). Un año antes, esta agrupación vocal habia grabado
el hermoso vals Canto a Yaracuy, para el L.P “La Sincopa Criolla” (Araguaney,
1984).
Pero si Alfredo Sadel se inició como
bolerista y siguió en el canto de ópera, René Rojas posteriormente hizo
estudios académicos en Venezuela y el extranjero (fue a Europa becado por la
Universidad Central de Venezuela y la Universidad de Los Andes) y al regresar
al país dictó cursos de mejoramiento profesional en las principales escuelas
musicales, fundó el Instituto de Música Experimental Infantil “René Rojas” y
compuso música académica, entre las cuales resaltan “Tres acuarelas para
quinteto de cuerdas”, “Tres movimientos para orquesta de cuerdas”, “Cantata
profunda La Hilandera para orquesta,
coro y solista” (texto Andrés Eloy Blanco); “Semblanza para orquesta
sinfónica”, La historia de un caballo que era bien bonito para la orquesta
sinfónica y narrador (texto Aquiles Nazoa), “Suite Moleiro”, “Ave María para
piano, solo y coro mixto”, “La veragacha”, un ballet para Taormina Guevara,
“Tres acuarelas para quinteto de vientos”, “Tres movimientos para orquesta de
cuerdas”, “El repertorio de los grillos””.
(Volumen I y II) y “Canciones infantiles
para voz y piano”. http://sociedadvenezolana.ning.com/m/discussion?id=2575830%3ATopic%3A984547
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