8 agosto 1917 Nace en San Pablo Ramón Antonio Urbano
Ramón Antonio Urbano nació en San Pablo estado Yaracuy el 8
de agosto de 1.917. Desde niño, Urbano se mantenía por montes de Iboa buscando
frutos silvestres, mariposas, aves ó iguanas. Ese contacto lo hizo amante de la
naturaleza entregándose a su defensa por el resto de sus días [7] .
Conoció gran parte de la geografía venezolana desde la Sierra
de Perijá hasta la selva guayanesa, desde los llanos hasta el Amazonas.
Dominaba expresiones en dialectos aborígenes, llegó a compenetrarse con ese
mundo natural y fascinante. Su prolífica labor forjó la época más productiva de
la COP en cuanto al rendimiento en la captura de ejemplares o la “gestión
pajarera” [7] como llamaba su labor.
En el cuaderno de campo de la expedición al cerro El Candelo
(Yaracuy 1958) hallamos una nota periodística titulada “Hazaña de Ramón Urbano”
la cual está insertada en una hoja sin el nombre del diario ni la fecha de
publicación. Dicha nota reseñó el triunfo del desempeño profesional de aquel
yaracuyano que empezó a trabajar con William H. Phelps como chófer en sus
inicios y que luego se convirtió en uno de sus más destacados colectores y
asistentes de campo en el periodo comprendido entre 1941 y 1960.
La hazaña de la que habla el recorte de prensa se refiere a
la corrección de la altura real del Cerro “La Trampa del Tigre”
(N10°24’/O68°47’) que tiene 2.020 msnm y se encuentra entre los Cerros Bucaral
y Zamuro [1,2]. Urbano aclaró que no debía confundirse este cerro con el
llamado “El Pico del Tigre” (N10°22’/O68°48’) cuya altura es de 1.780 msnm.
Urbano Salió de Cocorote rumbo a Aroa y ascendió al campamento base a 1.700
msnm.
Alcanzó la cumbre de “La Trampa del Tigre” después de cuatro
horas de recorrido a pie en la espesura del bosque. Llegó a la cima y así logró
determinar la altitud correcta de este cerro, el mayor en la Sierra de Aroa.
Esta medida fue comprobada posteriormente con altímetro de precisión. En este
ascenso también logró colectar 305 ejemplares de la avifauna de la zona
sub-tropical de la serranía de Aroa.
En los cuadernos de campo, Urbano escribe sobre las
localidades exploradas con una grata narrativa. Describe la región geográfica
de forma pintoresca y amena sin restar importancia y valor científico a la
labor realizada. Los caminos de recua, las calles reales, las condiciones de
las carreteras, los pobladores y sus estilos de vida van de la mano de las
listas de aves observadas, capturadas y preparadas en la travesía.
No hay información acerca del grado de instrucción de Ramón
Antonio pero con su hermosa caligrafía, nos deja ver su vena poética en una
suerte de rimas, cantos y prosa aludiendo a las bellezas naturales en medio de
la ardua jornada de trabajo. De esa afición poética surge un poemario de su
autoría “Ámbitos de la emoción sencilla” (Editorial Sucre 1959) [7]
Ramón Urbano muere en Caracas el 03 de junio de 1986. Sus
paisanos le honran, por su encomiable labor y apoyo a la ciencia, al bautizar
la Sala de Cine del Ateneo de San Pablo con su nombre. De igual forma nuestro
fundador nombró la subespecie del Cucarachero Violinero Cyphorhinus arada
urbanoi (Zimmer y Phelps 1946) [5] para darle reconocimiento al espíritu de
superación y valía a este hombre que lo acompañó en su labor científica durante
dos décadas. https://www.fundacionwhphelps.org/
Referencias
1) Dirección de Cartografía Nacional. 1961. San Felipe. DCN
2306. Escala 1:100.000
2) Dirección de Cartografía Nacional. 1971. Aroa. DCN 6447.
Escala 1:100.000
3) Phelps, W. H. 1944. Resumen de las colecciones ornitológicas
hechas en Venezuela. Bol. Soc. Venez. Cienc. Nat. 9(61): 325-444.
4) Urbano, R. 1958. Cuaderno de campo a “Cerro El Candelo,
Yaracuy. Manuscrito.
5) Zimmer, J. T. & Phelps, W. H. 1946. Twenty-three new
subspecies of birds from Venezuela and Brazil. Amer. Mus. Novitates No. 1312:
1-23.
6) El Cronista de San Felipe
https://cronistasanfelipe.wordpress.com/2013/10/22/ramon-urbano-el-hombre-pajaro/
7) Rodriguez, José Ángel 2006. El viajero de las aves. La
obra científica de William H. Phelps. C.A. Editora El Nacional.
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