LOS REYES MAGOS DEL MACUPIO


Con esta manifestación de la Bajada de los Reyes Magos, de acendradas raíces en el fervor religioso católico, escenificada cada 6 de enero, se inicia el colmado Calendario Cultural Festivo Municipal cocoroteño.

Ahora bien, ¿De dónde viene esta tradición? Nos comenta la Biblia en el evangelio de Mateo capítulo 2, versículos del 1 al 12; que Melchor, Gaspar y Baltazar tres “Reyes” que desde el Oriente a lomos de camello realizaron una larga travesía siguiendo la estrella de Belén hasta Jerusalén donde estaba el Mesías, niño recién nacido, a quien ellos venían a ofrendar con oro, mirra e incienso por ser él, el verdadero Rey de reyes.

Sin embargo, nos aclara el mismo texto bíblico que los tres personajes realmente no eran reyes sino unos adivinos (magos) de una ancestral religión que tenía entre sus principales ritos auscultar el cielo para consultar los astros y en consecuencia actuar, la tradición religiosa sostiene que Dios prefirió dar aviso del prodigioso evento a unos supersticiosos paganos que a los prepotentes sacerdotes judíos que se creían imprescindibles en la obra de Divina. ¿Sería coincidencia esa actitud de los oficiantes formales?









En nuestro pueblo Cocorote, en la actualidad, se recrea este suceso histórico-religioso del año 1 de nuestra era. Las primeras noticias de su aparición nos lleva a un grupo de muchachos que se reunía en la iglesia conocido éste como “Juventud Católica” quien en 1957 lo organiza, en plena dictadura del General Marcos Pèrez Jiménez; bajo la coordinación de las hermanas Marìa Martha Sánchez y Carmen Sánchez “la Negra”, y los “Reyes” encarnados por los jóvenes Osdoardo Cardozo; Reyes Lucena y José “Nini” Álvarez.

Los entusiastas jóvenes del grupo católico acompañaron los nóveles reyes realizando el recorrido a lomos de caballos prestados por Francisco Sosa, quien tenía una vaquera en el sector de la Acequia, paralelo al rio Cocorote; se arma la salida en los alrededores de un predio agrícola de la familia Álvarez en Macupio, bajando por la “Cruz de Rúa” luego tomando la polvorienta y accidentada “Calle” Bolívar para finalizar la travesía en la iglesia donde además de las representaciones de José y Marìa, interpretados por los hermanos Yovera, los esperaba la poblada creyente.

Por supuesto, la chiquillería del bucólico pueblo acompañó el recorrido de los reyes, máxime por ser estos tan dadivosos en el obsequio de confites, así nos lo recuerda hoy, a sus 71 años Carlos Herrera, quien a sus 9 fue uno de aquellos bulliciosos niños que vio rota su sosegada vida por aquellos extraños jinetes de luengas barbas.

Carlos Sánchez Ríos sostiene que su tío el Ing. Pastor Ríos, quien acostumbraba grabar la cotidianidad pueblerina, registró este evento con una filmación en formato 8 mm que reposa en el archivo familiar. Se interrumpe la escenificación del recorrido en su segunda edición por los violentos sucesos políticos del país, que hicieron eclosión el 1 de enero de 1958 y con los del 23 definitivamente deponen la dictadura militar.

La iniciativa, pasadas algo màs de dos décadas, en 1979 es retomada por el Grupo de Teatro Ollantay, coordinados por Rafael Simón Oviedo y los Reyes Magos interpretados en esta nueva edición por los jóvenes actores: Wildemar Oropeza; George Amaranto y Oswaldo Oviedo. Se inicia el recorrido a lomos de unos briosos caballos prestados por Orlando “Cobalombo” Guevara, desde el calvario del barrio la Cruz repartiendo golosinas a la bulliciosa chiquillería que expectante se apostaron a lo largo del recorrido.

Abrió la bajada un simpático Ángel encarnado por la niña Betzy Veliz quien estrella en alto va delante de los caballos señalando el camino como una alegoría de la estrella de Belén de Judá. La principal novedad de esta edición que el periplo no finalizaba en el altar de la iglesia, sino en el parque infantil aledaño a la plaza Bolívar, pues sus intensiones eran menos pías y màs seglares.

En su segunda edición el recorrido llegó hasta barrio la Carretera; donde los “Reyes criollos” tenían algunos intereses afectivos. En 1985, además de la esperada bajada organizaron un magnífico evento musical, montando una amplia tarima con un potente sonido de primer orden en la intercepción de la avenida Rafael Urdaneta con calle de la Iglesia, se estructuró una variada programación cultural que incluyó las agrupaciones de parrandas y aguinaldos del municipio como: los Navideños, Cocorote Golpeando, Golperos de Santa Marìa entre otros, moderada la actividad por un oficiante de la Secretaría de Cultura y por el siempre espontáneo animador del patio Gustavo Oropeza con la presencia de agrupaciones regionales como Luango.

Cerró el evento musical, el para entonces nacionalmente popular, grupo de parrandas “VERA”.
Con la aparición de la Alcaldía como ente rector del ahora municipio autónomo, en 1997 se crea la “Fundación Bajada de los Reyes” para coordinar todo lo atinente a la ya para entonces tradición popular que en esta segunda etapa venía escenificándose de manera ininterrumpida durante 18 años, iniciando la fundación sus labores con la confección por parte de Milagros Rangel de unos cuidadosamente elaborados, coloridos y vistosos trajes, lo cual permitió el resguardo de cortinas de algunos hogares que ya las tenían pre visualizadas, no necesariamente con el consentimiento de sus dueños. Variedad de actores, además de los pioneros ya mencionados, han personificado a los “reyes magos” entre otros: Efraín Aponte; Ender Soteldo, José Alberto Calero, Enrique Fonseca, Estarlìn Cuicas, Jhenmi Emàn, Raúl Anzola “Chicho”, Rafael Cortés, Fernando Tirado, Danny Cuicas, Sergio González “Macho”, Williams Giménez, Wilmer Barrios, Ramón Rojas, Guillermo González, Félix Lobo. Con José Calero, Raúl Anzola y Williams Giménez se dio la particularidad que lo asumieron como el pago de una promesa, es decir, le dieron el sentido devocional que originó el recorrido en los años de la dictadura, por lo cual participaron en calidad de reyes ininterrumpidamente durante 7 años.

Es apropiado recordar que la también manifestación de teatro popular de calle que se escenificaba en nuestro pueblo en Semana Santa, la lamentablemente desaparecida tradición de los custodios tanto del Santo Sepulcro como del resto de imágenes que salían en procesión, conocida como “los Judíos” la realizaban los penitentes de manera devocional, durante 7 años.

El tutelaje del ejecutivo municipal ejercido a través de la Fundación Bajada de los Reyes Magos, ha sido contraproducente para con la manifestación, por cuanto lo que nació como una expresión espontánea y autosuficiente de la fervorosa comunidad creyente que vio incorporado, a través de sus accidentados 63 años, un grueso nùmero de paisanos en la organización, patrocinio y disfrute de la celebración; hoy dìa lamentablemente la realización del evento depende exclusivamente del aporte oficial tanto económico como organizativo. En las fotografias observaràn:
Carmen Sánchez Giménez “la Negra”
Marìa Martha Sánchez Giménez.
José “Nini” Álvarez (Rey del año 1957)
Oswaldo Oviedo, Nini Álvarez, George Amaranto, Tatù Aponte, Wildemar Oropeza.
(Tres generaciones de reyes en acto de reconocimiento, organizado en enero del año 2019 por la entonces coordinadora de cultura municipal, Prof. Dameris Barreto a los 40 años ininterrumpidos de la Bajada en su segunda etapa)
Melchor, Gaspar y Baltazar (Magos Criollos).

Agradecimiento por sus relatos: al niño de 71 años Carlos Herrera, a Leída Sánchez hermana de las organizadoras Martha y Carmen, al “Rey” José “Niní” Álvarez testigos vivenciales de la primera bajada. A los “Reyes” de la segunda etapa: Oswaldo Oviedo; George Amaranto; Wildemar Oropeza; Efraín Aponte. Fotografías de: Familia Sánchez Ríos; Prof. Víctor “Cochopi” Rangel; Actor “Tatù” Aponte; digitalización Escultor Toribio Navarro.
Josè Marcelino Salcedo.
Cronista Municipal.
Enero 2021.

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